De la mano de su abundante volumen ofensivo, Chile logró doblegar al cerrojo suizo por la cuenta mínima. La roja machacó incansablemente frente a un rival que anticipaba una estrategia ultra defensiva, la misma que le permitió presentarse a este cotejo con un récord de 5 partidos mundialistas sin conocer la derrota y sin goles en su valla. A continuación, un breve repaso del rendimiento de los jugadores chilenos.
Con un equipo posicionado completamente en campo enemigo, Claudio Bravo se convirtió en un espectador con ubicación de privilegio en la cancha. La máxima tensión a su valla fue provocada por Isla con un pase defectuoso hacia atrás y un remate desviado increíblemente por el ariete suizo Derdiyok a los ‘90. La trayectoria de ese balón nos transportó con angustia al partido con Austria en Francia ‘98.
El “Pitbull” Gary Medel tiene asumido su papel de fiera y neutralizó con categoría las escasas embestidas de los gigantones suizos. Además, se ha coordinado a la perfección con la zaga, pero su incorregible carácter lo traicionó y se ganó una amarilla que perfectamente pudo ser roja. De gran rendimiento hasta el momento.
Waldo Ponce, dueño absoluto del fondo chileno, transmite confianza y se permite en algunas ocasiones salir jugando con elegancia. En la repartija de amarillas del árbitro saudí Khalil Al Ghamdi, también le tocó una.
A Gonzalo Jara se le notó faltó de fútbol en un comienzo, pero poco a poco fue regularizando su juego para terminar correctamente apoyando a los volantes.
En el medio Mauricio Isla no logró descollar como en el debut y no se conectó por la banda derecha con Alexis Sánchez. De sus pies nació un error que casi fataliza al combinado nacional. Quedó en deuda “Huasito Fashion”.
“Carlitos” Carmona mantuvo su precisión en la entrega y también se dio maña para llevar peligro a la valla suiza con un remate desde fuera del área en doble insistencia a los ‘10. Tras una fuerte entrada, recibió una amonestación que le impedirá estar presente en el trascendental partido frente a España.
Arturo Vidal en lo suyo, se comió la cancha con gran despliegue físico, creó peligro y se “avivó” a los ‘30 tras el discutido manotazo propinado por Valon Behrami, situación que claramente tuvo incidencia en el desarrollo del confronte.
Matías Fernández sin el brillo del partido anterior, pero cumpliendo a cabalidad la función de recuperar que le encarga Bielsa. Ha demostrado un alza notoria en este Mundial, lamentablemente recibió una inexplicable cartulina amarilla a los 59’ que lo privará de entrar a la cancha a amargarles la noche a los españoles.
Jean Beausejour se ganó la banda izquierda, sobreponiéndose una y otra vez al murallón suizo y al fuera de juego creado. Un constante agente de peligro que cumple perfectamente con la tarea encomendada por su entrenador. Un guerrero.
Alexis Sánchez, una pesadilla para la retaguardia helvética. A estas alturas a Chile le pena su falta de gol: despilfarró un remate tras una magistral amortiguación de pecho y le anularon una conquista a los ‘49.
Este no fue un partido ideal para Humberto “Chupete” Suazo. Falto de fútbol, ansioso -amonestado al primer minuto de juego- y sin acceso a la cerrada defensa suiza. Bielsa cortó por lo sano y lo sacó en el entretiempo para reservarlo para el duelo con España. En su reemplazo volvió a sacrificar a Jorge Valdivia al colocarlo de centrodelantero.
El atinado ingreso de Esteban Paredes reubicó en su posición original al “Mago”, quien cedió notablemente un balón con ventaja para el ariete de Colo - Colo, que magníficamente eludió al portero Benaglio para acomodarse de zurda y centrar desde la línea de fondo para que Mark González a los 29’ cabeceara y enviara la pelota al fondo de las mallas. Esta sola jugada hilvanada por quienes ingresaron en la segunda fracción, justificó los acertados cambios realizados por el estratego argentino y su incidencia en el marcador final.
En su segunda presentación mundialista, Chile sumó su segunda victoria consecutiva y sigue a paso firme de cara a la clasificación a octavos de final.
De cara a un eventual triple empate en la definición del grupo, la prensa chilena ya comienza con la vieja práctica de sacar la calculadora. Pero Bielsa, fiel a su estilo, declaró que sus muchachos saldrán a “matar o morir” ante España, ratificando que no concibe el fútbol sin protagonismo, el mismo que le permitió abrir el “cerrojo de los sueños”.
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