martes, 2 de marzo de 2010

Crónica de un desastre inesperado


Al iniciar un nuevo año laboral, nos hubiera encantado haber comentado la alegría de los goles del “Chupete” Suazo en España, de Héctor Mancilla en México, los próximos partidos preparatorios de la roja de Bielsa rumbo al Mundial o el match entre Chile e Israel por Copa Davis, pero abruptamente la ferocidad de la naturaleza nuevamente pone a prueba nuestra capacidad de doblegar la adversidad y nos hace concentrar fuerzas en millones de compatriotas en situación de catástrofe en toda la zona centro-sur del país.
Amargas postales televisivas nos muestran la dantesca devastación en localidades como Cobquecura, Dichato, Iloca, Juan Fernández, Llo-lleo, Pelluhue y otros. Así como también la acción incontrolable del lumpen en Concepción que ha debido movilizar a las Fuerzas Armadas para controlar el caos y el pillaje.
En Chillán los efectos del sismo echaron abajo parte del Estadio Bicentenario “Nelson Oyarzún”, en Santiago el Estadio Santa Laura vio caer un muro que lo separaba de la calle y el Municipal de La Cisterna también acusó daños estructurales.
El 22 de mayo de 1960 la tierra se remeció iracundamente en Valdivia a raíz de un sismo de 9,5 grados, todo esto seguido de un maremoto que dejó una estela de 3 mil muertos. Este episodio lidera hasta hoy el ranking de la intensidad de movimientos telúricos en el planeta y tuvo en las cuerdas la realización del Campeonato Mundial de Fútbol de 1962, ya que la FIFA ponía en entredicho la seguridad que entregaría la plaza mundialista otorgada en 1956, gracias a la gestión de Carlos Dittborn y de Juan Pinto Durán.
El 03 de marzo de 1985, cuando el reloj marcaba las 19:47, la zona central de Chile se sacudía con un sismo de 7,7 grados en la escala sismológica de Richter, dejando un saldo de 180 muertos. Esa misma tarde el seleccionado nacional de fútbol dirigido por Pedro Morales, se presentaba en Quito ante Ecuador, en el comienzo del camino eliminatorio rumbo al Mundial de México ’86. El resultado fue finalmente una anécdota -empate a uno con gol para Chile del “Llanero Solitario”: Juan Carlos Letelier- al igual que la campaña en dicha fase eliminatoria.
Para este miércoles 03 de marzo se anunciaba jornada doble en el Estadio Monumental, donde la selección chilena enfrentaría a los combinados de Costa Rica y Corea del Norte. Encuentros preparatorios con miras al Mundial de Sudáfrica que evidentemente se tuvieron que suspender por fuerza mayor. Bajo este magro contexto, destaca la solidaridad de la Asociación Uruguaya de Fútbol que ofreció el mítico Estadio Centenario para que la roja haga uso de su condición de local, para los próximos amistosos de cara a la cita mundialista.
Los medios internacionales resignan a Chile a su condición de país sísmico, pero Chile no se resigna, se levanta con la fuerza de todos y en uno de los momentos más complejos de su historia republicana.
Mario Kreutzberger liderará una vez más una cruzada este viernes 06 de marzo para ir en ayuda de todos los chilenos.
Nos hubiera gustado haber informado sobre la positiva realidad deportiva, pero hoy no es lo más importante. Hoy es la crónica de un desastre inesperado.

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